
Observar.... con todos nuestros sentidos y con toda nuestra atención. Pienso que es fundamental y muy útil poder observar a personas más experimentadas que nosotros para poder aprender de ellos y ver cómo utilizan todas sus capacidades docentes. Por supuesto que se puede aprender mucho de los libros, y es necesario estudiar y leer, pero muchas veces nos puede ser de más utilidad realizar una observación reflexiva de la persona adecuada. Tambíén, desde otro punto de vista, la observación de otros profesores noveles o incluso de nosotros mismos, nos puede servir para darnos cuenta de cosas que se podrían mejorar o hacer de una manera más efectiva y, por qué no, de cosas que sí que hacemos bien :)
Paso a comentar brevemente mis reflexiones previas sobre la utilidad de la observación:
- ¿Para qué puede servir observar una clase?
Para ver cómo actúa un profesor más
experto y poder extraer ideas útiles para aplicar posteriormente a nuestras
clases
- ¿Qué aspectos creo que puedo observar en una clase?
El contenido formal de la clase y las
didácticas que el profesor utiliza para explicarlo, los distintos recursos que
utiliza, la combinación que realiza de las distintas competencias a
desarrollar, cómo solventa las dudas o situaciones no planificadas que se
puedan presentar. También me parece importante poder observar a los alumnos, y
ver cómo responden a la actuación del profesor
- ¿Qué creo que es conveniente que haga un observador mientras observa una clase?
Creo que lo más importante es que debe
mantenerse en un segundo plano, no debe interferir en la clase ni hacerse notar
y debe estar lo más atento posible a lo que está observando, incluso tomando
notas si lo estima conveniente
Y ahora viene lo más complicado... ¿Qué anotaría una persona que observara una de mis clases?
Ufff... la verdad es que es difícil ponerse a pensar qué es lo que otra persona que asistiera a una de mis clases vería y supone un ejercicio (de los primeros en los que voy a aplicar la filosofía del portfolio) de autocrítica importante, así que intentaré ser objetiva.
Vamos a empezar por los aspectos más negativos: En primer lugar, creo que quizá vería que estoy un poco en el papel de profesor conferenciante (MAL) pero más que por dar clases "ex cátedra" por el hecho de que quizá intento controlar demasiado la clase y ser yo la protagonista más que ellos. Me explico, aunque intento hacer las explicaciones lo menos complicadas posibles sí creo que a veces en la realización de los ejercicios, asumo yo demasiado protagonismo, en lugar de dejar que sean los alumnos los que lo tengan. Aunque dejo que ellos contesten, soy yo la que escribo las respuestas en la pizarra, la que leo los enunciados... Pienso que esto se puede deber, además de a mi "estilo", al hecho de querer facilitarles las cosas, ya que como algunos no escriben bien, si lo hacen ellos puede que el resto de los alumnos no lo entiendan. Lo mísmo ocurre si leen ellos los ejercicios, cuando es así, generalmente yo lo vuelvo a leer después, para que se entienda bien ¿es eso bueno????
Y para que no todo sea negativo, creo que intento hacer que ellos participen (por lo menos hablando) y que lo hagan todos, no sólo los más extrovertidos y trato de corregirlos de la manera más positiva posible y, sobre todo, de resaltar las cosas que hacen bien. También procuro motivarles a que me pregunten si no entienden algo y cuando explico, les pregunto si lo entienden y a veces trato de que sean ellos los que se contesten sus propias preguntas o las preguntas de los compañeros (por ejemplo en cuestiones de vocabulario, cuando alguno sabe el significado de una palabra que otro no sabe). Por último, también intento que la clase sea divertida y procuro alternar momentos más teóricos con ejercicios o dinámicas más livianas y entretenidas, para que no se cansen
Y esto es todo, la verdad es que me gustaría que fuera otro de verdad el que pudiera observar mis clases y decirme sinceramente los aspectos que considera que debería mejorar, pero a falta de un tercero, pienso que esta reflexión me ha resultado también muy útil
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